Encontramos áridos en la construcción de carreteras, viviendas, parques…; en la industria siderúrgica, en la papelera, en la farmaceútica…, en definitiva desde el dentífrico con el que nos lavamos los dientes, hasta la silla en la que nos sentamos, son pocos los elementos que utilizamos en la vida cotidiana, en los que no han intervenido los áridos.
Los ratios de consumo de árido en la Unión Europea, antes de la crisis, durante y en la actualidad han variado poco, situándose en una franja de entre los 6,5 y las 5,0 ton/hab/año. Sin embargo en Bizkaia y en el estado español, los consumos antes, durante y después de la crisis, han variado de forma muy importante. Los momentos álgidos de consumo antes de la crisis, situaban a Bizkaia en las 7,00 ton/hab/año mientras que en el estado esta cifra se disparaba hasta casi las 12,00 ton/hab/año.
En Bizkaia en la actualidad, en términos de consumo por habitante y año, con una cifra de 2,8 ton/hab/año, nos encontramos muy por debajo de los paises de la Unión Europea, en los que este consuno es 5,4 ton/hab/año.